tiempo muerto

la nada
nada mas nunca
hasta que
todo se termine

esto
es lo que hay
nada es lo que no hay

pues bien
entonces qué?

hace ya un buen rato que no tengo ganas de nada. el alma muerta, si... que pena
ya no me mueve nada a seguir el blog, aunque el blog siga estando, y por puro automatismo
es así lo que me pasa desde hace mucho, cada vez más con todo, tristeza y decepción, aburrimiento, estupidez, ya no sirvo para tener ilusiones, ya no siento ningún ápice de energía. la oscuridad se ha apoderado integramente de mi cerebro... miro mi cuarto, mis diarios, mis kilos de cuadernos , mis kilos de música, y sé a dónde iran a parar, mis cuadros, olvidados, repudiados, a los que ya no volveré... tal como lo preveía a los diez años este es el fin definitivo, el lugar desde el que no existe retorno. decir esto me cansa, es el hastío, que como ya se sabe es la peor enfermedad que se pueda tener... la incomunicación es una de las razones por las cuales he decaído tan nefasta y vilmente, nadie puede hacerse una idea, y no conozco una droga capaz de revertirlo... soy una persona reactiva, eso no es un secreto, lo único que me pone en marcha es la posibilidad de demostrar al otro que está equivocado, que su idea es errónea, pero ya ni eso, no encuentro una idea o tema sobre el que quiera discutir, no me importa nada lo suficiente, y lo que me importa no haría un buen post, o mejor dicho, tengo demasiados miedos y me impongo demasiada censura, la soledad de mis mejores ideas, de mi guerra total con los valores mas inatacables, aquello que quedará en el mutismo mas doloroso, en el secreto espantoso de mis noches, pues esto es cierto, si tengo los medios como para decirlo entonces no lo digo, el deseo huyeantes de ponerse en evidencia, tanto nos han dicho sobre ser un perdedor, tanto nos han dicho sobre cuidar nuestra imagen, hacernos propaganda, seducir... puaj! entonces solo me reconozco en lo mas repugnante, en la oscuridad mas indeleble, en la repugnancia general de todo, en la negación de la vida. yo por mi parte he descubierto que en este estado de cosas, en este estado deplorable del espíritu nadie puede pretender hacerme creer en nuevos dioses, en razones de peso, en moralejas o esperanzas, la muerte, perdón, perdón, es un destino demasiado bello, casi inaccesible, me siento indudablemente lejos de todo lo terreno, salvo el sueño, en el que sigo hundiéndome en forma maníaca, siempre que puedo. esto también es dificultoso en este agujero donde he ido a parar... la solución ha sido, ya que este estado me acompaña desde hace decenios, y se recrudece cada vez más, cerrrar mis labios y no mostrar nada, vivir el infierno adentro, en el encierro total de los sentidos, y despreciarlo todo para siempre, el alma muerta se pudre y claro, nada podré esperar del futuro, odiada palabra, sólo hay que esperar los decenios que aún faltan o precipitar alguna definición para lo cual siempre me han faltado las agallas. Salute